La Escoba
Por: David Otani
Un anciano muy inculto e ignorante llamó a las puertas de un monasterio. Cuando los monjes le recibieron, les hizo saber el enorme interés que tenía en la espiritualidad y que quería dedicar el resto de su vida al cultivo interior.
Los monjes se dieron cuenta de que el hombre era tan inculto e intelectualmente torpe que no podría leer los textos sagrados ni asistir con algún entendimiento a las ceremonias, incluso, tenía una gran dificultad para comprender los sermones, pero, se veía con tanta ilusión y motivación, que le dijeron:
"Buen hombre, quédate entre nosotros y encárgate de barrer diariamente las hojas del claustro y de limpiarlo."
Al pasar de los días, Los Monjes observaban de cerca al anciano y se podía decir que cada día lo veían más sereno y contento.
Exhalaba paz y armonía e incluso impregnaba de alegría todo lo que había a su alrededor.
Él estaba consiguiendo en meses lo que no habían logrado ellos en años. Con cierta intriga, Los Monjes decidieron preguntarle al anciano ¿Cuál era su secreto?, y el anciano respondió:
“No hay secreto alguno. Lo único que hago es barrer con mucha atención y amor, y también ocurre que, al quitar la basura del patio, pienso que estoy quitando la basura de mi mente y eso me hace sentir muy bien, feliz y sosegado.”☯
Para alcanzar la felicidad no es necesario hacer algo especial, basta con vivir en el presente, aquí y ahora. Respira y siente una cosa a la vez, recuerda que:
“La virtud la puede alcanzar tanto el practica con la espada como quien maneja una escoba“